Los teléfonos móviles tienen cada vez cámaras de fotos más avanzadas y de hecho, desde hace años, todos nos hemos convertido en fotógrafos aficionados a tiempo completo.

Pero curiosamente, hay modas que están empezando a volver y una de ellas es la de las cámaras de fotos analógicas desechables, que están haciendo furor últimamente, hasta el punto de que los fabricantes empiezan a tener problemas de stock.

Fujifilm, uno de los mayores fabricantes de cámaras del mundo, ha dicho que está "luchando por mantenerse al día" con la demanda de sus productos desechables, informa el Daily Mail.

Los principales usuarios son jóvenes (generación "z") y también millenials que usan estos aparatos de usar y tirar para hacer fotografías en eventos como bodas o fiestas de cumpleaños.

Vemos un deseo real de contar con formas más auténticas de tomar y crear fotografías, particularmente entre las audiencias millennial y generación ZUn portavoz de Fujifilm dijo que el aumento se debe a que los jóvenes buscan una experiencia fotográfica más "auténtica".

"Vemos un deseo real de contar con formas más auténticas de tomar y crear fotografías, particularmente entre las audiencias millennial y generación Z", añadió la fuente.

"La demanda de impresión de fotografías también está aumentando, ya que cada vez más personas buscan la nostalgia en las fotografías antiguas", prosigue el portavoz de Fujifilm.

"La fotografía y la impresión se encuentran en un estado saludable, y en un mundo digital donde vemos todo en una pantalla, no se debe olvidar el poder de una impresión en las manos", añade.

La compañía asegura que cada vez más jóvenes se llevan cámaras desechables de vacaciones y creen que esto podría deberse a una reacción contra lo que vemos en Instagram y Facebook, donde la gente busca obtener la imagen "perfecta".

Una cámara desechable puede tener capacidad para hacer 30 fotos, y su precio oscila entre los 15 y 20 euros por unidad.